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Dermatitis atópica, ¿qué cuidados debo tener?

La dermatitis atópica o eczema, es una enfermedad de la piel que aparece en niños y adultos con una piel especialmente sensible. Las causas no están muy claras, pero se acepta que la dermatitis atópica tiene un gran componente genético. Sin embargo, cada vez hay más niños afectados por piel sensible o piel atópica, ya sea por la contaminación o el estilo moderno de vida.



La dermatitis atópica es una enfermedad crónica, pues acompañará al niño en su vida diaria. Durante el tiempo que la padezca, tendrá épocas mejores o peores, dependiendo del clima, la época del año o la hidratación de su piel. Es frecuente que el niño mejore mucho o se cure antes de llegar a la pubertad. Para esto, se deben tener claras las medidas de prevención y los cuidados para evitar los brotes de dermatitis atópica.


En niños pequeños, el baño debe ser corto y con agua caliente o tibia, sin hacer uso de jabones. Es preferible utilizar aceites de baño infantiles, que proporcionan hidratación y protección a su piel. No se deben usar esponjas ni ningún utensilio para frotar la piel; el agua y las manos del cuidador son suficientes.


En niños más grandes es preferible la ducha al baño, y se deben usar jabones sin detergentes. Para secar al niño, las toallas deben ser de algodón blanco y no haber sido tratadas con suavizantes durante su lavado. Es mejor secar simplemente por contacto; esto es, sin frotar la piel del niño para no irritarla. Cuando salga de la bañera o de la ducha, y tras secarlo brevemente, es necesario aplicar una loción o crema hidratante infantil por todo el cuerpo. Un dermatólogo puede aconsejarle cuáles son los productos más adecuados.

En cuanto a la vestimenta, se recomienda el uso de algodón para toda la ropa, incluyendo la de la cama. Al lavar la ropa, hay que realizar un enjuagado adicional con agua para eliminar residuos de detergentes y evitar los suavizantes en exceso. Se recomienda lavar la ropa antes de la primera puesta, evitar la lana y las fibras sintéticas. Dentro de lo posible, es necesario evitar lo siguiente en las habitaciones de los niños atópicos: alfombras, libros, muebles, juguetes de ropa, peluches, colchones antiguos, ropa de cama con plumas, pósters. En general, cualquier cosa que pueda esconder el polvo y retener ácaros. Hay que abrir las ventanas y ventilar diariamente la habitación durante 10 a 15 minutos.


Las temperaturas extremas y la sequedad pueden aumentar la irritación y el picor de los niños. El uso de humificadores es muy aconsejable, siempre y cuando se mantengan bien limpios. Sin embargo, se desaconseja el uso de calefacciones y/o aires acondicionados.

En verano los niños con dermatitis atópica pueden ir a la piscina, excepto en casos muy graves. Sí que es cierto que el agua de la piscina es bastante irritante para el niño con dermatitis atópica, pero un buen enjuague a la ducha posterior y la aplicación inmediata de una crema hidratante pueden contrarrestar los efectos indeseables de las piscinas. Solo en caso de un brote agudo, puede ser necesario interrumpir temporalmente la actividad.


Generalmente las pruebas de alergia no son necesarias, excepto en pacientes con dermatitis atópica grave o asociaciones con asma, rinitis o conjuntivitis alérgica. Recuerde que estas son recomendaciones generales y que siempre debe visitar a su alergólogo o dermatólogo para valorar el mejor tratamiento para su niño.

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